Decimoctavo día

La imaginación es “la loca de la casa” y estos días todos la hemos puesto a funcionar, ¡y de que manera!

«La loca de la casa», es una expresión atribuida a Santa Teresa al referirse a la imaginación, pero nunca fue escrita por la santa. A la imaginación, Teresa de Ávila,  la llamaba «tarabilla de molino»...
Leer a Santa Teresa me resulta complicado. Empecé el "Libro de la Vida" pero fui incapaz de terminarlo. Por supuesto tampoco he leído “Las Moradas”.

En  el capítulo I de la Cuarta Morada de su libro "Castillo Interior, o las Moradas", la santa escribe:
“y no os traiga inquietas y afligidas,
sino que dejemos andar esta tarabilla de molino
y molamos nuestra harina, no dejando de obrar
la voluntad y entendimiento”
La tarabilla de molino es “la loca de la casa”, la imaginación.
La imaginación es una parte esencial del pensamiento y de la inteligencia.
La imaginación a la que se refiere Santa Teresa, no es la imaginación creativa y útil, sino al incesante fluir de nuestros pensamientos sin control; tenemos que poner freno a las preocupaciones egoístas y sin sentido. Hay personas que viven tristes y atormentadas por recuerdos del pasado, por lo que los demás piensan de ellos y les sucede en el presente, y por lo que podría ocurrirles en el futuro.
Hemos de reconocer que sin "la loca de la casa" no tendríamos sueños y desaparecerían nuestras posibilidades de desarrollarnos y prosperar.
Con la memoria conservamos el pasado y con la imaginación podemos anticipar el futuro.
Es precisamente nuestra imaginación, uno de los mejores dones de los que nos ha dotado nuestro Creador, (cada uno que piense en quien quiera).
No es a esta noble facultad que es la imaginación, a la que se refería Santa Teresa, se refería a la imaginación desbordada y excesiva.
Hay que cultivar y educar la imaginación para que sea sana, la que nos impulsa a hacer cosas y mejorar en la vida.
También conviene controlarla para poder conocer “el silencio interior” y poder meditar, no sólo hay que actuar; la falta de meditación y reflexión es quizás la causa del estrés en la vida de muchos.
Con la imaginación sana se evitarán los pensamientos triunfalista que  idealizan el futuro y nos hacen desear un futuro inalcanzable que nos conduce a crear falsas expectativas que desembocan en desilusión  y frustraciones. Debemos imaginar un futuro realista a la medida de nuestras posibilidades.
En estos momentos difíciles para todos hay que cultivar más que nunca la imaginación creativa y esperanzadora.
Esperanza, si, quimeras no.

 “Mi loca”, hay ocasiones en las que no para.
Como tengo costumbre y recordando, como ya dije, a mi madre, he consultado el diccionario de la RAE y también he buscado en Google.

La tarabilla puede referirse a una parte de los antiguos molinos harineros.
La tarabilla, era una tabla pequeña de madera que colgada de una cuerda controlaba la caída  del grano, que con la tolva, se echaba sobre las piedras de moler y también era útil para conocer, que el molino paraba, cuando cesaba el sonido de su golpeteo.
Cítola es otra forma de llamar a esta pieza, de ahí el proverbio: «Por demás es la cítola en el molino, si el molinero es sordo»

La cítola, es también un instrumento musical.
Un instrumento de cuerda pulsada muy común durante los siglos XII-XIV. Recuerda a la guitarra morisca, se tocaba con plectro, la púa de toda la vida.

Y tarabilla también es un pajarito que solo se encuentra en el Viejo Mundo, o lo que es lo mismo, no hay tarabillas en América ni en Oceanía.

 Esta noche pasada ha vuelto a llover, luego ha salido el sol entre las nubes y ha subido algo la temperatura.

Ayer fue día de plancha y hoy  he lavado ropa de color, bueno yo no, ha lavado la lavadora, yo he tendido.

Lectura, labores, un rato de tele y de atención a los mensajes de Whatsapp.
Ha habido conexión por Facetime con Inglaterra.
A las 8 aplausos y ha pasado un día más.
Me da la sensación de que hoy he sido demasiado trascendente. Mañana seré más trivial.