Esta mañana he bajado a Mercadona. Me he puesto
vaqueros para comprobar que la báscula de baño no me engaña; los vaqueros es la
mejor manera de saber si engordas, el pantalón ha entrado bien, será verdad que
sigo pesando 56.5 Kg .
como me dice la báscula del cuarto de baño.
También me he puesto pendientes, no se han
cerrado los agujeros de las orejas.
En Mercadona no había cola, los dependientes
como siempre muy amables.
Desde el principio, cuando empecé a oír esto de
la Covid-19, me pareció el nombre de una cooperativa vinícola. Hoy me he puesto
manos a la obra y he creado una bodega en mi imaginación y he elaborado un vino
extraordinario. Lo he embotellado y al mediodía lo hemos bebido con una fabada
riquísima.
Como reza la etiqueta es un “gran confinamiento”
con denominación de origen China.
También he pensado que voy a cargar en el
navegador del móvil el plano de la casa. Así podré ir de una habitación a otra
sin problemas. Por ejemplo, estoy en el salón y quiero ir a la cocina: el
navegador me dirá, levántese del sillón, al llegar a la mesa tome la segunda
salida hacía el pasillo, siga por el pasillo 10 pasos, tome la primera salida a
la derecha hacía la cocina, después de 5 pasos ha llegado a su destino. Así
seguro que no me pierdo.
El otro día hice un cortometraje: “Se me va la
olla” y estoy pensando rodar una secuela: “Se nos va la pinza”. Si tuviera
tiempo rodaría un largometraje: “Lo que el virus se llevo”, pero una producción
de tanta enjundia precisa de muchos recursos y tiempo y aunque parezca mentira
no tengo tiempo.
He hinchado un montón de globos para el balcón,
hoy el barrio ha adornado con globos los balcones para la HdA, “la hora del
barrio”.
Buenas noches y hasta mañana.





