Hoy domingo, el Gobierno de la Generalidad
Valenciana, ha declarado luto oficial en toda la Comunida por las víctimas del coronavirus.
Nos han convocado al mediodía a tres minutos de
silencio para recordar a los fallecidos en esta crisis y expresar el pésame
desde los balcones.
La declaración institucional dice que la
sociedad valenciana se encuentra «conmocionada por los graves efectos en la
salud pública» provocados por la COVID-19. Con esta declaración de luto
oficial, trata de «solemnizar el pesar de todo un pueblo y de su institución de
autogobierno».
El luto oficial es un signo externo que hacía
falta; cuando una sociedad sufre una tragedia de la magnitud de la que estamos
viviendo, las instituciones deben decretar el luto que se expresa por silencios
y con banderas que ondean a media asta. Esta
manifestación es un lenguaje universal que todo el mundo acepta y respeta. Las
victimas merecen una expresión pública de dolor por encima de ideologías e
intereses partidistas.
Y cada cual, a partir de ahí, puede hacer la
interpretación que le parezca, yo quiero creer que a los políticos en esta ocasión los mueve un sentimiento de dolor y un respeto verdadero a las victimas.
Algunos pensaran que es una muestra más de cinismo, podría ser, hay gente para
todo, para creerlo y para ser cínica.
Los hay que también son muy críticos con los
aplausos y las canciones en los balcones, no se unen a estas manifestaciones que
se producen a las 8 de la tarde. No entienden que la gente pueda “estar alegre”
estos días. Y ¿quién les ha dicho que estamos alegres?
Los aplausos y las canciones empezaron como
muestra de gratitud al personal sanitario en esta crisis, también como gratitud
a los miembros de las fuerzas de Seguridad del Estado, a los comerciantes, a
los transportistas y a todos los que trabajan para que esta situación la
vivamos de la mejor manera posible.
Todos tenemos derecho a sentirnos mal, a estar
triste, a no tener ganas de nada. Tenemos sentimientos negativos y los podemos expresar o callar, la
situación está siendo dura para todos.
Nadie debe de interpretar la intención de las manifestaciones personales sin conocer sus razones.
Nadie debe de interpretar la intención de las manifestaciones personales sin conocer sus razones.
Yo no salgo a aplaudir porque me sienta alegre,
ni me siento manipulada por los que organizan estos momentos de barrio. Yo
salgo a expresar mi gratitud a todos, quiero que los vecinos mantengan el ánimo,
se encuentren acompañados, sientan que en estos momentos todos queremos lo
mismo, que esto termine. Desde mi balcón he visto a vecinos que no había visto
en mi vida, veo a una viejecita que está sola, que el día de Viernes Santo,
cuando no pusieron música por el día que era, con gestos pedía que elevaran el
volumen, debe de ser sorda, es una anciana entrañable. Se felicitan cumpleaños,
hay vecinos que el día de su cumpleaños nunca pensaron que recibirían tantos
aplausos y felicitaciones como estos días. Non sentimos acompañados.
Los que critican los aplausos y canciones dicen
que estas manifestaciones alegres, que no de alegría, no curan enfermos, no proporciona material a
los sanitarios, no resucitan muertos, de acuerdo, pero tampoco se solucionan
las cosas con los signos de duelo.
Para otras cosas no, pero para salir a las
ventanas a aplaudir somos libres, el que quiera que salga al balcón y el que no,
pues que no aplauda.
| calopteryx haemorrhoidalis - Montanejos |
He hecho un “banoffe pie”, un dulce típicamente
inglés, muy fácil de hacer y que está riquísimo, su historia es muy corta, solo
tiene 48 años y a Margaret Thatcher le
gustaba hacerlo y comerlo. A mí también.
Por la tarde, en la conexión habitual de los
domingos con Inglaterra, por Facetime le he enseñado a Daniel a hacer una “hélice
con papel”. Ha aprendido enseguida.
La HdA adaptada al día de luto, con los 3
minutos de silencio, que a esta hora si se notan, porque a las 12 del mediodía
cuando los ha programado el gobierno, no se han notado, ¿como se iban a notar si todo el día las calles están
en silencio?.
Ayer me divertí un montón preparando y
escribiendo la entrada del blog. Hoy me he puesto seria, el día lo merece.
Buenas noches. Hasta mañana.
Relación de amor-odio que tengo yo con el banoffee pie.
ResponderEliminarAhora yo he tenido curiosidad por la elección de la foto de la libélula. Se me ocurre algo...
Marina
Siempre me han atraído las libélulas, los parotets de los valencianos. David tiene pasión por ellas, hace fotos espectaculares y un día en Montanejos se me ocurrió imitarle, hice fotos muy bonitas y esta de color negro, me pareció una imagen apropiada para ilustrar esta entrada del blog.
EliminarCuando escribí 'se me ocurre algo', justo era lo del gusto de David por las libélulas. Pude ver sus fotos cuando estuve en Devon! Muy bonitas.
ResponderEliminarDaniel es muy atento, no me extraña que aprendiera enseguida
ResponderEliminar