Día cuadragésimo noveno

Hoy 2 de mayo, es fiesta en Madrid, para mí un día más de confinamiento. Haciendo un guiño a mis amigos de Madrid, he hecho cocido para comer. Podía salir a pasear en la franja horaria a la que me obligan, pero no he salido, ni me apetece ni he tenido la voluntad de hacerlo.
He dicho voluntad, una palabra que me parece clave en la vida.
El diccionario de la RAE, para la palabra voluntad, tiene hasta 12 acepciones, todas interesantes pero la tercera me parece fundamental.
Voluntad del latín “voluntas”, derivado de “volo”, “yo quiero”; es el deseo consciente dirigido a un fin. No podemos identificar voluntad con deseo pero es necesario que vayan unidos. Los deseos tienden a satisfacer necesidades, la voluntad humaniza esos mismos deseos, organizándolos y dándoles un significado personal. La voluntad implica hacer elecciones, admitir o rechazar.
“La voluntad de ser feliz” es el titulo de un relato de Thomas Mann y es una gran verdad si a la voluntad añadimos la resiliencia, sobre la que ya escribí.

Soy consciente de que para cada uno el mismo confinamiento es diferente, Somos únicos, diferentes; los conocimientos, las experiencias, las habilidades y la actitud son distintos en cada persona, condicionan nuestra manera de ser.
Los párrafos anteriores la sabiduría popular los resume con los correspondientes refranes: “Querer es poder”, 
“Genio y figura hasta la sepultura”.
En momentos de crisis tenemos que tener la suficiente fuerza de voluntad para no desanimarnos, hemos de aprender a valorar las pequeñas cosas de la vida; volviendo al refranero popular: “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde” y hablando de refranes, hay uno que me encanta y lo aprendí de mi amiga Marian: “més val enveja que llàstima”  que traducido al castellano dice: “más vale envidia que lastima”.

Cada uno vive el confinamiento dependiendo de muchos factores, culturales, económicos, el estilo de vida, la personalidad, la percepción que tenemos de la situación y sobretodo de la motivación.
Como ya he dicho en otras ocasiones, yo soy una afortunada y en este caso lo digo porque tengo conexión a la Internet. ¿Os imagináis como hubiera sido el confinamiento sin la tecnología que tanto nos ayuda en el día a día? No quiero ni pensarlo.
Hay personas que han tenido que teletrabajar, los hogares se han tenido que convertir en aulas virtuales, hemos podido estar en contacto con familiares y amigos por Whatsapp. Los abuelos, y digo abuelos en el único sentido en el que yo utilizo esta palabra, han podido ver y hablar con sus nietos por videoconferencia. Hace muchos años que las nuevas tecnologías me cautivaron, no me imagino mi día a día sin Internet, prescindiría antes de la lavadora, del lavavajillas y si me apuran de la nevera. La informática me ha facilitado muchas cosas en la vida, el trabajo, el ocio, las relaciones sociales... Tengo amigos que he conocido por las redes sociales y gracias a ellas me he reencontrado con amigos de los que me había alejado.
He aprendido un montón y disfruto muchísimo, puedo estar escribiendo el blog y tantas cosas… Pero soy consciente de que no todos tienen tantos medios y aún el nivel de alfabetización digital es bajo en algunos sectores de la sociedad. Cuando pienso en esto recuerdo a mi madre, una de las personas más cultas que he conocido, ahora sería una analfabeta digital ¡que pena!
Al principio de la actual crisis leí en un periódico un articulo en el que invitaba a procrastinar en este confinamiento. Me pareció una recomendación poco acertada y llevábamos muy pocos días; ahora que ya llevamos 49 días me parece una barbaridad. Procrastinar, para el que no lo sepa, es aplazar las tareas que debemos hacer y diferir las responsabilidades atendiendo a otras actividades que nos resultan más gratificantes pero son irrelevantes; es una forma de evadirse de la realidad, usando otras actividades como refugio para no enfrentarnos a una responsabilidad o una decisión que debemos tomar. Procrastinar no entra en mis planes y no lo aconsejo en una situación como la que estamos viviendo.

No puedo dejar de dedicar un recuerdo a D. Benito Pérez Galdós hoy 2 de mayo y precisamente este año que se conmemoran los 100 años de su muerte.
El cabildo de Gran Canaria ofrece su obra completa en epub en este enlace.
En 1912, Galdós pronunció un discurso que retrata perfectamente la situación política que atraviesa España; el discurso está recogido en el libro “La fe nacional y otros escritos sobre España” y es absolutamente profético.

Creo que mañana tampoco saldré a pasear. El que se decida a salir que se ande con cuidado, no sea que tropiece, se caiga y tenga que recibir asistencia sanitaria, el virus esta confinado en el hospital. Creo que no se han sopesado los inconvenientes de la prohibición de los paseos en espacios abiertos de la gente mayor. La inactividad y la falta de exposición al sol, ha podido provocar una osteoporosis más marcada de la que ya pudieran tener y la osteoporosis va a dar lugar a fracturas, el viejecito que no ha caído por el coronavirus caerá  por una fractura de cadera. Por favor cuidaos. No entiendo en que se basan para marcar muchas de las normas del confinamiento: se puede salir a la compra o a pasear a la mascota y no se puede dar un paseo al aire libre ¿cual es la razón?
P. ha hecho trampa, ha salido esta mañana pronto y otra vez esta tarde, pero solo un  un ratito, dice que se ha cansado, que nota la falta de costumbre del paseo.
Tarde tranquila, viendo la televisión, leyendo, paseando por el pasillo rezando el Rosario.
Y a las 20 horas la última fiesta en el balcón,  música, felicitaciones. aplausos y despedida con el Himno Regional y el Himno Nacional. Los chicos del CollVert se han despedido, han dado las gracias a los vecinos del barrio (a mi me han nombrado). Cuando empecé a salir al balcón era de noche y ahora salgo con gafas de sol. Yo no voy a salir más, ni aplausos ni caceroladas, el tema ya ha dado de si lo que tenía que dar, cada uno va a la suya y el Desgobierno no se merece que se abolle mi batería de cocina.
Cena. Buenas noches y ha pasado un día más y queda un día menos.

3 comentarios:

  1. Una crónica periodística insuperable entre la psicología, la lexicografía y Pérez Galdós. Gracias

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  2. Viva internet.
    Y qué me dices de la gran paradoja de internet: "Internet nos acerca y nos aleja a la vez."

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  3. A mi me pasó como a P.
    Creo que ha salido a pasear gente que no paseaba nunca

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